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blog labor maestro

La labor del maestro en el Colegio Rudolf Steiner

Por: María Cristina Vélez Días y María Cristina Carvajal Morales
Docentes del Colegio Rudolf Steiner.

La base primordial de la educación es el amor.

Ese mismo amor lleva al maestro a la búsqueda de la superación del alumno. Por eso busca su propia superación para tener mucho que ofrecerle y despertar en él la mayoría de sus potencialidades.

Un maestro ama lo que hace, está dispuesto a aprender constantemente, trabajar en grupo y crecer cada día como ser espiritual.

Un verdadero maestro es el que siempre está presente; el que mira a los ojos y saluda con amor a sus alumnos cuando llegan al Colegio y sabe leer si se encuentran tristes, alegres o aburridos; si durmieron mal o tienen algún problema.

El maestro, con su ejemplo regala a sus niños y jóvenes el valor del respeto, el honor, la veneración, la admiración, la gratitud, la humildad, la tolerancia, el amor… así se convierte en la persona respetada, admirada y amada. El maestro trabaja para desarrollar su voluntad y la de sus alumnos, para perdonar y enseñar a perdonar, corregir, rectificar, pero también reír…así gana su autoridad.

Un verdadero maestro basa su labor educativa en el respeto de las etapas evolutivas humanas; por eso cada día fortalece su capacidad de observación para detectar los momentos oportunos y saludables en que pueda ofrecer los contenidos, las vivencias y demás actividades.

El maestro da toda la importancia a la palabra hablada, su principal herramienta para transmitir el conocimiento, y para ello toma conciencia de su propio estado de ánimo que refleja en su tono de voz. La compenetración personal con el mensaje a comunicar se produce por el tono del habla del maestro. Así puede captar la atención y la concentración de sus alumnos.

El contenido de lo que dice el maestro y la manera cómo lo entrega es muy importante. Todo ello se vincula con la presentación de bellas imágenes y la fantasía, evitando el intelectualismo.

Un maestro se preocupa por enseñar la importancia de una sana alimentación, de la higiene personal, de mantener aseado el lugar en que se encuentra, del buen uso del vocabulario y del cuidado del medio ambiente.

Un maestro orienta a sus alumnos a vivir el presente y proyectarse hacia el futuro, no forma para un solo instante sino para toda la vida; forma verdaderos seres humanos, libres y autónomos con todas las capacidades para desenvolverse en la sociedad, para luchar por su felicidad y por el bien de la humanidad.

Así trabaja el maestro en el Colegio Rudolf Steiner, ofreciendo a los padres de familia, una formación integral para sus hijos, capaz de responder a las exigencias educativas actuales, que no se detiene en el presente o en el entorno inmediato sino que trasciende al tiempo, al espacio y a las modas. Ello se debe a que es una educación que busca la libertad y la autonomía del ser humano.

 

Fuente: http://blog.pucp.edu.pe/item/13808/la-labor-del-docente-en-la-pedagogia-waldorf

 

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