La Estrella (Antioquia) - Colombia

Modelo pedagógico Waldorf, Educación que Humaniza

(4) 448 53 65

info@colegiorudolfsteiner.edu.co

Cra 62 Nro. 83A S 277

La Estrella, Antioquia

Colombia

Realiza tus pagos aquí

Logo Colegio Rudolf Steiner

(4) 448 53 65

info@colegiorudolfsteiner.edu.co

Cra 62 Nro. 83A S 277

La Estrella, Antioquia

Colombia

Realiza tus pagos aquí

Realiza tus pagos aquí Realizar pago con PSE

El niño pequeño, pautas de crianza y el manejo de la autoridad

Las preguntas ¿Quién es el niño pequeño? Y ¿Que necesita?, es decir, cuáles
son sus necesidades; nos van a orientar para saber cómo acompañar
adecuadamente al niño pequeño en su proceso de formación.

Si todos cumpliéramos las promesas de nuestra infancia, todos seríamos genios. Schiller

“Sin duda el secreto del genio es el secreto de la más temprana infancia…Si no os volviereis y fueres como niños, no entrareis en el reino de los cielos. El arquetipo creador llena más al hombre cuando todavía es plástico su barro mortal.
Steiner dice que las obras que ejecuta todo niño antes de llegar a los tres años; formación de su cuerpo, logro de la postura vertical y dominio del habla, son hazañas superiores a las que logrará más tarde; llevadas a cabo por el ser superior en el niño, antes de que comience a recapitular la caída del hombre, es decir, antes de que aparezca su autoconciencia. “La infancia”, dice Emerson “es el perpetuo Mesías que viene a los brazos de los hombres caídos y con ellos aboga por su retorno al paraíso”; o sea, por recobrar la unidad con su Yo superior, “la luz que ilumina a todo hombre que viene al mundo”. John F. Gardner

El niño pequeño es:

“Único, irrepetible y eterno”, “Un enigma sagrado”, “un ángel”, “un genio”, “un hijo de las estrellas”,” un órgano sensorio”. El niño percibe el mundo y lo aprende a través de los sentidos, como una esponja recibe y absorbe todos los estímulos del mundo exterior; de ahí que los niños necesiten ser conducidos por adultos responsables y conscientes que los lleven a recibir impresiones sensoriales verídicas y confiables; ya que con sus sentidos perciben coherencia y así aprenden a comprenderla.
Una buena crianza requiere de especial atención en el cuidado de los
sentidos inferiores, sobre todo en el tacto y en el vital, y también en poder
desarrollar valores importantes para la vida desde los sentidos medios: olfato, gusto, vista y térmico.

El sentido del tacto:

La naturaleza en principio tiene todo bien previsto y provisto, para que los niños se nutran de las experiencias necesarias para madurar correctamente; sin embargo, nuestro modo de vida actual ha llevado a que existan cada vez más niños inquietos, dispersos, como perdidos… Sobre todo en el jardín de infancia es donde nos encontramos con niños que parece que se desparraman, que les falta centro, eje. Vemos niños que parece que no saben hasta donde van sus piernas, o que esas piernas les pertenecen y van lastimando con sus pies los objetos o niños. O pareciera que necesitan tocarlo y chuparlo todo, tocara los demás, “colgarse” de la maestra.

Tenemos niños hipersensibles al tacto. Pareciera que su piel es una gran herida, como los censores del tacto a nivel del sistema defensivo-protector se encuentran en la punta del vello de la piel, son no solo sensibles al tacto sino también a cualquier onda vibratoria. Viven todo acercamiento, sea táctil o no, como una amenaza y como esto ocurre a nivel reflejo, reaccionan de manera automática huyendo o atacando. Pueden lastimar a un niño que se encuentra a un metro de distancia, porque se sienten atacados. Por otro lado evitan el contacto, que otros les toquen.

Hoy día cada vez más niños nacen por cesárea, privándose de una experiencia táctil fundamental. Porque a través del canal de parto, los niños son “apretujados” desde la cabeza hasta los pies, teniendo la primera información completa sobre su esquema corporal. A través de ese potente tacto, tienen la primera autopercepción sobre dónde están los límites de su cuerpo. A través del contacto seguro y amoroso de la madre, seguirán recibiendo información sobre estos límites corporales. Un contacto seguro les dará tranquilidad, confianza en la existencia, seguridad y bienestar. Sin embargo, también cada vez son más los niños que con pocos meses van a la guardería donde padecen de ausencia de contacto tanto físico como anímico.

Por R. Steiner sabemos, que esta autopercepción es a su vez la base de la capacidad de percepción del otro, es decir, es la base de facultades sociales tan importantes como percepción del límite/ libertad del otro, del respeto. El sentido del tacto nos conecta con Dios padre, es la base de la confianza y seguridad que dará pie a confiar en los demás. Tener buen sentido del tacto a nivel corporal es la base de “tener tacto” posteriormente en las relaciones humanas, algunos aspectos actitudinales del entorno pueden provocar un desequilibrio en el tacto. Así es que muchas veces la razón de este estar “descentrado y disperso “está relacionado, no con falta de experiencias táctiles en el parto o primeros meses de vida, sino con el ambiente anímico y conductual del entorno.

La falta de contención a través de límites amorosos, padres ausentes o
excesivamente “blandos”, también provoca sensación de abandono y estar
perdido. Cuando los padres son excesivamente dominantes, sobreprotectores o autoritarios y duros, vemos que el tema del “contacto” y los “límites” también está desequilibrado.

Las causas de un tacto dañado, pueden ser físicas (cesárea, falta de oxígeno en el parto), emocionales (falta de contacto con la madre) y también del entorno (exceso o falta de límites), los efectos pueden llevar a una hipersensibilidad al tacto y de ahí que peguen por ejemplo como respuesta por sentirse atacados, o hipo sensibilidad al tacto, niños que buscan desesperadamente afecto y que siempre están pegados al adulto ¡Sin embargo la “cura” es la misma para todos! A todos podemos ayudarlos, es decir a través de estímulos táctiles corporales y también a través de un ambiente amoroso, de contención, con buen contacto/relación adulto-niño. El niño necesita por lo menos, un adulto claro y amoroso que le muestre el límite.

Cuando el sentido del tacto está dañado, no se puede percibir el afuera, solo el adentro, el niño se refugia en el adentro, tiene miedo de salir, tiene miedo al abandono. En cuanto a la relación con la madre se puede crear un vacío o un vínculo; si hay una desconexión de ahí en adelante las relaciones con el mundo pueden quedar con una grieta, una especie de abismo se abre en el alma.

Herramientas prácticas para ayudar a madurar o a sanar el sentido del tacto.

  1. Jean Ayres explica en su libro “El niño y la integración sensorial”, como el masaje de presión profunda inhibe este sistema el sistema táctil defensivo protector, equilibrando el exceso de este sistema (niño hipersensible) Sin embargo estos niños necesitan confiar mucho en la persona que le va a hacer el masaje de presión, porque aunque necesiten ser tocados, para “sanarse”, suelen evitar el contacto, es como si su piel estuviera llena de heridas.
  2. El contacto seguro y amoroso de la madre.
  3. La bondad del tacto de quienes lo rodean: Padre, familiares, maestros.
  4. El masaje de presión es igual de útil para un niño disperso, fuera de sí, que no sabe hasta dónde llegan sus pies o que esas son sus manos. Es decir, para un niño que puede ser hipo táctil o al menos tener déficit de información de su esquema corporal. Otra opción es el cepillado de todo el cuerpo después del baño, masaje con aceites.
  5. El baño con él bebe, es más que solo limpieza, es la oportunidad de crear experiencias multisensoriales, además del el tacto, también se estimulan los sentidos auditivo, olfativo y visual que favorecerá el desarrollo físico, anímico y social del niño.
  6. Acunarlos en hamacas simula los brazos protectores.
  7. Envolverlos en mantas bien apretujados, como “un gusanito”
  8. Pasar por un túnel estrecho de tela elástica
  9. Ofrecerles lugares donde meterse y esconderse como cajas de cartón, sacos de dormir, cajones de madera, casitas de tela…
  10. Vestirlos con telas naturales y calóricas.
  11. Ayres explica como el cerebro usa sensaciones vestibulares y propio
    perceptivas para equilibrar estos dos sistemas táctiles. Por tanto la estimulación vestibular (balanceo, girar, rodar.) es una buena ayuda complementaria.
  12. Ofrecerles riqueza de percepciones táctiles delicadas a través de diferentes texturas en sus elementos de juego (lana, tela, metal, piedra, cartón, blando, duro, diferentes formas etc…), enriquece el sistema discriminativo, y recordemos que a más discriminación (trabajo cortical) inhibe la actividad defensiva.
  13. Juegos táctiles donde haya que tocarse partes del cuerpo y refuercen el esquema corporal.
  14. Modelado en cera de abeja, barro u otros, amasar pan.
  15. Ofrecerles momentos de contacto de calidad, centrado, directo, amoroso, aunque sea corto ¡es mejor que tocarles la cabeza todo el rato mientras hablamos por teléfono!
  16. Alternar momentos de presencia verdadera y atención consciente con
    momentos donde el niño juega solo mientras nosotros, por ejemplo, cocinamos.
  17. Tener buen “sentido del límite”, ni ser sobreprotectores, ni excesivamente blandos, ni duros, ni autoritarios ni permisivos, desarrollar el sentido común. El tacto es límite.

El sentido vital:

Transmite a nuestra alma, el sentido de bienestar o malestar de nuestro cuerpo; nos registra el placer y el dolor; este sentido se ve atrofiado cuando no hay ritmo, y cuando no hay una adecuada alimentación para el cuerpo y para el alma, también con el exceso de estímulos exteriores, radiaciones y con el autoritarismo que genera miedo en los niños.

Las imágenes de los versos, las canciones y los cuentos van a orientar un buen comportamiento en el niño y le van a dar la comprensión de causa – efecto frente a las acciones de la vida, porque el lenguaje del niño es la imagen más que la amonestación.

“El alimento, por ejemplo, es una realidad cósmica a la vez que terrenal. Jung dice que, para él, las plantas siempre han sido “los pensamientos de Dios”. Porque la humanidad en otro tiempo, consideraba al todo de la naturaleza en esa forma, dar las gracias antes de comer era costumbre universal. Los hombres agradecían a Dios el obsequio que recibían de la naturaleza; al participar de sus frutos, sentía que no eran simplemente corpóreos los poderes en ellos inmanentes. Pero hoy día, que consideramos al aire, al agua, a la tierra y a sus productos, como recursos físicos únicamente, se hacen obvias las consecuencias para la salud y la
fortaleza de nuestra civilización. Por mucho que pongamos énfasis en las
condiciones de salud, agotamos la energía que necesitan los hombres ordinarios para ser plenamente activos, por todas las maneras en que erosionamos la fertilidad de la tierra y reducimos el contenido nutritivo de los alimentos.
Enfermedades degenerativas de toda clase, indican cuán exhausta se halla la fuerza vital, especialmente en las naciones que imaginan que su astucia está a punto de lograr el control de la naturaleza”.

Los sentidos medios:

Olfato, gusto, vista y térmico, si les ponemos atención e intención en esta etapa evolutiva de la primera infancia, (pautas de crianza), se desarrollarán en el niño, grandes valores para toda la vida.

El sentido del Olfato:

Hacer conscientes a los niños, de los olores de la casa y de la naturaleza: la
cocina, los alimentos, el olor de mamá, esencias naturales, flores, plantas,
animales etc. La devoción está relacionada con el sentido del olfato, se desarrolla en el niño, a través del encuentro con diferentes aromas naturales.
Platón dice: “Seres humanos que han podido desarrollar la devoción en su
infancia, en su vida futura, serán capaces de actuar con responsabilidad y de investigar con responsabilidad.

El sentido del Gusto:

Estimular en los niños el sentir los diferentes sabores: agrio, salado, dulce,
amargo, y las texturas de las comidas; y lo más importante, antes de comer, hacer un verso u oración de agradecimiento. La gratitud está relacionada con el sentido del gusto.

El sentido de la vista:

Mostrar al niño siempre lo bello y lo bueno del mundo y de la naturaleza, el niño pequeño se asombra ante todo lo que ve, el asombro infantil es religioso en cuanto a que todo sobre lo que se asombra el niño está hecho por Dios: Las estrellas, los animales, las flores, las nubes, etc.
Platón dice: “Seres humanos que en su infancia han podido asombrarse, en su vida en el futuro serán capaces de pensar de una manera viva y de investigar de una manera viva, ésta es la raíz de toda investigación.

El sentido térmico:​

Se desarrolla en la medida en que el niño percibe los estados de la naturaleza: frío, calor. La compasión está relacionada también con éste sentido; ya que se desarrolla la percepción del yo ajeno.

La crianza y las necesidades del niño

Una “crianza humanizada” se da a partir de la satisfacción de las necesidades del niño. Desarrollando la compasión, el adulto puede percibir al niño desde adentro para que él pueda aprender a vivir a partir de sentirse amado y seguro.
Dice Laura Gutman: “Nacimos para ser amados, solo amamos cuando somos capaces de percibir las necesidades del otro, si solo pienso en mis necesidades, es porque estoy poniendo atención a mis necesidades de pequeño, aquellas de afecto y amor que no fueron cubiertas. Amar a los pequeños para que de adultos, puedan amar a los otros. Para estar conectados con el niño, hay que estar en calma con el niño interior, con el niño que hemos sido; lo más importante es que los niños se sientan seguros y amados”.
Es muy importante considerar que tanto las normas como los límites, son una demostración de cariño hacia los niños, pues les da envoltura, les hace sentirse protegidos y cuidados. Visto de ésta manera, también las normas y los límites, son una necesidad del niño. Un adulto que no logra poner un límite con firmeza y claridad, se enfrentará con un niño insatisfecho, cuyas demandas irán en aumento.

Necesidades del niño pequeño

El ritmo: El ritmo, el límite y las normas claras generan salud, fomentan seguridad y confianza en los niños.

La imagen: es el lenguaje del niño, la norma también se pueden trabajar desde la imagen de los cuentos, más que desde la amonestación.

La Imitación: criar es instruir, educar, dirigir y acompañar procesos de formación desde el ejemplo; solo el ejemplo, educa. Los padres y los maestros tienen un papel activo en la educación y formación de los niños. Implica sobre todo, que los eduquen más con el ejemplo que con la palabra, siendo modelos coherentes.

El alimento: así como las frutas y los cereales son alimento físico, y los cuentos son alimento anímico; también, el límite y el vínculo afectivo son alimento para el alma del niño.

El juego: durante los primeros años el juego es la actividad natural del niño y la expresión íntima de su ser; a través de éste el niño explora el espacio, sus límites y su corporalidad, estimula su imaginación y fantasía creadora, se conoce a sí mismo y a los demás. Los niños aprenden jugando, los pequeños que han podido jugar bien y durante mucho tiempo, serán adultos mejores. El juego da recursos para la vida.

Por qué son importantes los límites.

El límite es una forma de reconocer sus derechos, pues es responsabilidad de los adultos mostrarles las cosas que pueden o deben evitar hacer. Además, les permite saber de manera explícita qué esperan los adultos de ellos/as y así ir prediciendo sus reacciones, lo cual favorece el aprendizaje del autocontrol y la convivencia con sus compañeros.
Si entendemos de esta forma las normas y los límites, podremos entonces evitar sentirnos culpables o que estamos haciendo algún tipo de daño a los niños/as, sentimiento muy común que surge al intentar establecer normas y cuando obtenemos una reacción de desaprobación fuerte, a través de llantos y enojos por parte de ellos.
Los límites son una referencia, un marco de contención, una guía, que le indican al niño/a qué se puede o se debe hacer y qué no, son reglas que ordenan sus comportamientos y le permiten una mejor percepción de la realidad, al reconocer lo que es incorrecto y lo que es correcto. Los límites además le brindan al niño/a la oportunidad de pensar, de tomar la iniciativa y buscar soluciones. Asimismo, favorecen el desarrollo de la identidad y fomentan la autonomía.

Cuando un niño aprende a hablar, también está aprendiendo a respetar límites, ya que la adquisición del lenguaje implica la aceptación de códigos y reglas.
Establecer límites no significa emplear castigos, ser severos o autoritarios, por el contrario, implica entender cómo se desarrolla el vínculo temprano y qué necesita un niño pequeño para crecer saludablemente. Es, en primer lugar, una responsabilidad de todo adulto padre, madre o maestro, implica tomar una posición frente a la actitud del niño, es superar el temor a perder el cariño del niño/a y tolerar que manifieste su desagrado.

Los límites, si son adecuados, tienen que ver con la autoridad (no con el autoritarismo), si se actúa con serenidad pero con firmeza para que el NO sea no y el SÍ sea sí, sin que medie el “quizás”, se le estará brindando al niño/a la protección adecuada. Si los niños se consideran más fuertes que los padres y maestros, será imposible que se sientan protegidos por ellos.
Será necesario por otra parte, establecer una cantidad adecuada de límites, dado que la experiencia demuestra que quienes tienen mayores dificultades para enseñarles a sus hijos, son aquellos que limitan demasiadas conductas intentando formar un niño perfecto.

Un adulto que no logra poner un límite con firmeza, se enfrentará con un niño insatisfecho, cuyas demandas irán en aumento. Cuando la frustración es continua y el niño no logra encontrar fuentes alternativas de placer, hace brotar la agresión; en cambio el niño que tiene varias fuentes de placer puede encontrar substitutos ante la frustración.

Los límites deben fijarse siempre de manera tal que no afecten el respeto y la autoestima del niño. Se trata de poner límites sin que el niño se sienta humillado, ridiculizado o ignorado. No se trata de descalificar al niño sino, de desaprobar su conducta haciéndole saber que el amor hacia él, sigue siendo el mismo. Los niños necesitan sentirse aceptado incondicionalmente, eso ayudará a desarrollar seguridad y confianza en sí mismos y en los demás. Debemos tener paciencia y comprender que los niños no internalizan la norma en forma inmediata, lo hacen a través de un proceso de reinterpretación y reconstrucción y logran internalizarla recién cuando desarrollan capacidades como: el andar, el hablar y el pensar a los 3 años, de ahí en adelante, hasta los 7 años van asimilando la comprensión de las relaciones causa-efecto; solo con el acompañamiento y la compasión de los adultos; entendida esta compasión, como poder percibir al niño desde adentro.

Cómo actuar ante una pataleta

Ante una pataleta, debemos establecer los límites de su actitud con voz tranquila, pero firme. Permitirle al niño que llore indicándole que lo haga pero retirado de la actividad y de los otros niños y que cuando esté tranquilo y calmado regrese a donde están todos, y entonces le decimos “Yo te estaré esperando aquí”. Le explicamos con un mensaje claro y conciso que esa es la consecuencia lógica a su acción; decirle que los otros niños están realizando una actividad y que no pueden hacerla con él portándose de esa manera. Si en la pataleta, tiró los juguetes u otras cosas, desarrollar una conducta reparadora invitándolo a participar en la reposición del daño causado y decirle, ahora que estás tranquilo, vamos a arreglar y a recoger para que todo quede como antes”. Lejos de toda emocionalidad, utilizar siempre un tono de voz suave pero con una postura firme, que también expresan comprensión, tranquilidad, y cariño.

Cómo establecer los correctivos

Antes de establecer un correctivo, será fundamental evaluar si el niño está en condiciones reales de llevarlo a cabo o de respetarlo para no tener expectativas equivocadas y exigirle lo que no puede; pero al mismo tiempo habrá que evaluar si los adultos se encuentran en condiciones de sostener la decisión y llevarla a la práctica.
Es importante que de acuerdo a la edad del niño, después de los tres años, se pueda explicarle en forma breve pero clara el porqué de la sanción. De ese modo el podrá ir comprendiendo el motivo e incorporando las reglas y el principio de causa-efecto que funciona para toda la vida, es decir, que nuestros actos, siempre tendrán su consecuencia. Los argumentos deben ser simples y breves, o a través de imágenes de cuentos, un sermón extenso lleno de explicaciones conceptuales no será comprendido por el niño; ya que ese no es su lenguaje.

Tratemos de evitar conductas autoritarias, los adultos que tienen este tipo de conductas creen que la norma tiene que cumplirse, lo cual es poco realista dado que puede suceder lo contrario y en esos casos el incumplimiento es percibido como una amenaza a la autoridad. Consecuencias: Los niños educados bajo este patrón tienden a ser poco autónomos y dependientes, tienden a pensar que cuando incumplen la norma pierden el valor como personas.

Antes de establecer un correctivo, será fundamental evaluar si el niño está en condiciones reales de llevarlo a cabo o de respetarlo para no tener expectativas equivocadas y exigirle lo que no puede; pero al mismo tiempo habrá que evaluar si los adultos se encuentran en condiciones de sostener la decisión y llevarla a la práctica.
Es importante que de acuerdo a la edad del niño, después de los tres años, se pueda explicarle en forma breve pero clara el porqué de la sanción. De ese modo el podrá ir comprendiendo el motivo e incorporando las reglas y el principio de causa-efecto que funciona para toda la vida, es decir, que nuestros actos, siempre tendrán su consecuencia. Los argumentos deben ser simples y breves, o a través de imágenes de cuentos, un sermón extenso lleno de explicaciones conceptuales no será comprendido por el niño; ya que ese no es su lenguaje.

Tratemos de evitar conductas autoritarias, los adultos que tienen este tipo de conductas creen que la norma tiene que cumplirse, lo cual es poco realista dado que puede suceder lo contrario y en esos casos el incumplimiento es percibido como una amenaza a la autoridad. Consecuencias: Los niños educados bajo este patrón tienden a ser poco autónomos y dependientes, tienden a pensar que cuando incumplen la norma pierden el valor como personas.

Evitemos conductas pasivas: “deja pasar”, no educa. Son aquellos adultos que no hacen nada cuando la norma se cumple o se incumple por creer que si se es fuerte con el niño, puede afectarlo psicológica o emocionalmente. Parten de la idea fundamental de que el niño sabe cómo comportarse porque ya se le ha dicho, y entonces, él decide cómo hacerlo. Consecuencias: Los niños pueden sentir que no son suficientemente queridos, lo que puede manifestarse luego en indiferencia
emocional.

Se debe Identificar el rechazo y evitarlo: a veces los padres y maestros rechazan a los niños de manera “no intencional” dado que muchas veces los niños “difíciles” generan en los adultos sentimientos de frustración, de impotencia, lo cual a su vez refuerza el comportamiento del niño y afirma su idea de ser rechazado o diferente.
Consecuencias: generan en el niño sentimientos de rabia y resentimiento tanto con los otros como con él mismo.

Conclusión

Los padres y maestros tienen un papel activo en la educación y formación de sus hijos, implica sobre todo que los eduquen más con el testimonio, con el ejemplo que, con la palabra, siendo modelos coherentes.
Ser buenos padres y educadores implica asumir la responsabilidad de establecer pautas de crianza y límites adecuados, reconocer los logros de los niños, valorar los esfuerzos y también los errores como experiencias positivas que favorecen el aprendizaje. Con esto, los niños/as aprenderán poco a poco a socializarse, a crecer como personas autónomas, libres, con normas y reglas incorporadas para poder compartir y convivir en la sociedad que les toca vivir, con un verdadero aprendizaje que los ayudará a ser felices, entendiendo la felicidad no como un estado permanente de placer, sino como un camino de aprendizaje y convivencia con la dificultad y la transformación de los conflictos al tiempo que serán prevenidos los problemas de conducta y se verá considerablemente favorecido el aprendizaje.

Los comentarios están cerrados.