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Pascua-Rudolf-Waldorf

Pascua

La tierra como el hombre es un organismo vivo, con todas las entidades que pertenecen a ella cambia en el transcurso del año con una especie de gran respiración que efectúa frente a su entorno cósmico, entendiendo que no es aire el que inhala y exhala sino aquellas fuerzas que actúan desde el despliegue de lo vegetal y el ser humano desde lo espiritual lo vivencia en su alma, en invierno la tierra se encuentra en un estado de inhalación, para la primavera (época de Pascua) empieza un gran proceso de transformación el cual se puede observar en la naturaleza.

Estas grandes respiraciones se expresan en la naturaleza en las estaciones anuales VERANO-INVIERNO, PASCUA-OTOÑO, relacionadas con las fiestas cristianas de:

PASCUA PRIMAVERA
SAN JUAN VERANO
MICAEL OTOÑO
NAVIDAD INVIERNO

Para la celebración de estas épocas con los niños, es el adulto quien debe estar consciente de su sentido espiritual para cultivar en su alma las cualidades de un verdadero ser humano.

El cultivo de estas es un símil con la siembra que se realiza con los niños como preparación a la fiesta de la Pascua y al proceso que vivirá en el ritmo anual. Antes de Pascua ponemos a dormir las semilla en el lecho oscuro de la tierra, para la Pascua con la ayuda de las fuerzas cósmicas que actúan en ellas empezarán a brotar, luego retoñan tallos, hojas, flores y para San Juan (verano) aparecerán los frutos, para el otoño (Micael) las semillas; y en la Navidad la tierra se vuelve a preparar como un vientre para recibir de nuevo las semillas, dependiendo del cuidado y esfuerzo que hagamos en nuestro cultivo obtendremos buenos frutos, así también podremos sembrar en nuestras almas cualidades que nos permitan ser mejores seres humanos dignos de ser ejemplo de nuestros niños y jóvenes. Así también con los niños cuidamos con esmero los frutos que alimentarán tanto su alma como su cuerpo.

El verdadero tema de PASCUA es muerte y resurrección. En cada muerte está contenido el germen de una nueva vida.

Para el niño del primer septenio que vivencia el mundo con todo su ser y por medio de los sentidos, es a través de la celebración de estas fiestas que se realizan año tras año y de la misma forma que se van ubicando temporalmente en el ritmo anual, es muy significativo cuando logramos manifestar nuestros pensamiento en acciones y gestos y los introducimos en los procesos de la naturaleza de manera vivencial y no explicativa. Eso conforma una buena base sobre la cual podrán alcanzar y aprender a comprender en los años posteriores de los grandes secretos y relaciones en el ámbito espiritual y anímico.

Todas las actividades que se realizan en el Jardín en la época de Pascua llevan al niño a una vivencia de transformación a través de la siembra, del cultivo del lenguaje en los versos, rondas y cuentos con imágenes como la liebre, y el huevo que contiene un profundo sentido espiritual.

La liebre es la imagen de altruismo, en las antiguas leyendas se expone que la liebre está preparada para entregarse, sacrificarse por otros seres.

El huevo es siempre germen de nueva vida, imagen de transformación por excelencia; por esta razón pintamos huevos con los niños y con ellos decoramos los salones.

FELICES PASCUAS

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